miércoles, 6 de diciembre de 2017

La CUP recibe su primer escrache y prueba su propia medicina

El 2 de diciembre fue un día profundamente simbólico. Un grupo de cien patriotas lealistas se encaminaron a la sede central de la CUP con el fin de decirles cara a cara, que las calles no son suyas. Una organización con diez parlamentarios autonómicos, sólo pudieron congregar 300 afiliados para proteger su sede. Un fuerte cordón policial mantuvo a los dos grupos en liza a distancia.

Lo dicho. Este acto era muy importante y marcó un nuevo hito en la catalanidad hispánica. La CUP nunca se convertirá en una matona HB capaz de atemorizar a los demás. Si ellos se vanagloriaban de sus escraches contra el PP como una manifestación democrática, ahora van a empezar a probar su propia medicina.


Marcha del punto de encuentro hacia el local de la CUP







 Cordón policial separando las dos concentraciones








Suena el himno nacional



 Mossos grabando a los patriotas españoles para identificarlos



Acaba la concentración, marcha con la Sagrada Familia de fondo


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