Entre las medidas cautelares que el Supremo impuso al exconseller está la retirada del documento
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El exconseller de Presidencia Jordi Turull acudió a una comisaría de la
Policía Nacional de Barcelona para pedir renovar el pasaporte, al tener
caducado el anterior, apenas horas después de que el Tribunal Supremo se
lo retuviera para dejarlo en libertad bajo fianza. Fuentes de Interior
han confirmado a EL PAÍS la intención de Turull y han explicado que el
pasaporte fue expedido aunque no se le entregó por orden judicial.
El abogado de Turull ha asegurado que el día 2 de noviembre, cuando fue encarcelado, entregó el documento,
momento en el que se percató de que había caducado. El día 5 de
diciembre, una vez excarcelado, pidió una cita telemática para la
renovación y su abogado comunicó la gestión al juez Pablo Llarena.
Además, el letrado asegura que en el traspaso de la causa de la
Audiencia al Supremo perdieron el pasaporte.
La propia Policía Nacional puso en conocimiento del magistrado el intento infructuoso de Turull de renovar su pasaporte, retenido para impedirle abandonar territorio nacional por orden del juez instructor.
En una providencia notificada este jueves, el juez del Supremo advierte a la Policía Nacional de que "no procede la expedición de pasaporte" a Jordi Turull, "al haberse acordado por auto de este instructor del pasado 4 de diciembre la retirada del mismo". En el mismo documento, el juez indica a la Policía Nacional que tampoco debe expedir pasaportes a los exconsellers Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Meritxell Borràs y Carles Mundó, que como Turull quedaron en libertad el pasado lunes tras permanecer algo más de un mes en prisión preventiva.
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