La madrugada del 4 de febrero del 2006 Rodrigo arrojó una piedra al agente de policía
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Hace unos días, conocimos la muerte en Zaragoza de Víctor Láinez por llevar unos tirantes con la bandera de España. El primer detenido y acusado de golpear con una barra de hierro en la cabeza a la víctima fue Rodrigo Lanza. Este
joven pasó cinco año en la prisión por dejar tetrapléjico a un agente
de la Guardia Urbana de Barcelona en el caso ‘Ciutat Morta’.
Juan José Salas era un policía local que, en 2006, empezó a entrar en el turno de noches. Tenía 39 años cuatro hijos, pero su vida cambió para siempre cuando Rodrigo Lanza lo dejó para siempre en silla de ruedas. Según informa ‘El Español’, todo empezó a las 3.30 de la madrugada, el 4 de febrero del 2006.
Varias personas organizaron una fiesta en el edificio ‘okupado’ Palau Alòs, cerca del paseo Lluis Companys. Tras recibir el aviso, los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona se personaron en el lugar, con Juan José entre ellos. Había mucha gente en el interior del edificio, por lo que los agentes decidieron esperar en la puerta y los organizadores no dejaron entrar a nadie más. Ante la mirada de los agentes, la fiesta continuó sin incidentes hasta las 6.30 de la mañana, cuando un grupo de unas 20 personas, entre las que había Rodrigo Lanza, llegaron a la puerta.
El grupo de Rodrigo llegaba de fiesta y quería acabar la noche en el local ‘okupado’, pero los organizadores les negaron la entrada. Cuando vieron que había los agentes esperando fuera, se dirigieron a ellos para increparles. Los agentes les pidieron que se marcharan y, en un primer momento, parecía que todo se resolvería sin ningún incidente y que se marcharían.
Poco después, grupo de Lanza llegó armado con palos, botellas, piedras y otros objetos y empezaron el ataque contra los agentes de la patrulla. Rodrigo lanzó la piedra que tenía en la mano contra los agentes y golpeó en la frente a Juan José, que perdió el conocimiento al acto y cayendo contra el suelo. En ese momento, tras golpearse la cabeza contra el suelo y estar inconsciente, otro joven, Alex Cisternas, lanzó una piedra que impactó también en Juan José.
Aunque la segunda piedra no le provocó lesión alguna, la de Rodrigo fue fatal. Poco después llegaron los refuerzos y la mayoría de los atacantes, entre los que estaba Rodrigo, fueron detenidos. Juan José Salas, rodeado de compañeros, no recuperó el conocimiento, no volvería a andar nunca más.
Tras meses de coma, Juan José se despertó, pero el traumatismo craneoencefálico sufrido por la pedrada y el golpe en la cabeza contra el suelo hizo que perdiera la movilidad en casi todo su cuerpo y perdiera la capacidad de hablar. Según el citado medio, los médicos aseguran que en el momento del ingreso en el hospital era parecido a un «estado vegetativo persistente», por lo que consideran un milagro su supervivencia. 39 años, cuatro hijos y la vida le cambió por completo en unos segundos. Ahora, Salas sigue viviendo en Barcelona y su familia, lo más importante para él, lo cuida con mucho amor.
Juan José, un agente modelo
Juan José Salas era un policía local que, en 2006, empezó a entrar en el turno de noches. Tenía 39 años cuatro hijos, pero su vida cambió para siempre cuando Rodrigo Lanza lo dejó para siempre en silla de ruedas. Según informa ‘El Español’, todo empezó a las 3.30 de la madrugada, el 4 de febrero del 2006.
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La noche que cambió su vida para siempre
Varias personas organizaron una fiesta en el edificio ‘okupado’ Palau Alòs, cerca del paseo Lluis Companys. Tras recibir el aviso, los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona se personaron en el lugar, con Juan José entre ellos. Había mucha gente en el interior del edificio, por lo que los agentes decidieron esperar en la puerta y los organizadores no dejaron entrar a nadie más. Ante la mirada de los agentes, la fiesta continuó sin incidentes hasta las 6.30 de la mañana, cuando un grupo de unas 20 personas, entre las que había Rodrigo Lanza, llegaron a la puerta.
El grupo de Rodrigo llegaba de fiesta y quería acabar la noche en el local ‘okupado’, pero los organizadores les negaron la entrada. Cuando vieron que había los agentes esperando fuera, se dirigieron a ellos para increparles. Los agentes les pidieron que se marcharan y, en un primer momento, parecía que todo se resolvería sin ningún incidente y que se marcharían.
Ataque contra los agentes de policía
Poco después, grupo de Lanza llegó armado con palos, botellas, piedras y otros objetos y empezaron el ataque contra los agentes de la patrulla. Rodrigo lanzó la piedra que tenía en la mano contra los agentes y golpeó en la frente a Juan José, que perdió el conocimiento al acto y cayendo contra el suelo. En ese momento, tras golpearse la cabeza contra el suelo y estar inconsciente, otro joven, Alex Cisternas, lanzó una piedra que impactó también en Juan José.
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Aunque la segunda piedra no le provocó lesión alguna, la de Rodrigo fue fatal. Poco después llegaron los refuerzos y la mayoría de los atacantes, entre los que estaba Rodrigo, fueron detenidos. Juan José Salas, rodeado de compañeros, no recuperó el conocimiento, no volvería a andar nunca más.
Las fatales consecuencias
Tras meses de coma, Juan José se despertó, pero el traumatismo craneoencefálico sufrido por la pedrada y el golpe en la cabeza contra el suelo hizo que perdiera la movilidad en casi todo su cuerpo y perdiera la capacidad de hablar. Según el citado medio, los médicos aseguran que en el momento del ingreso en el hospital era parecido a un «estado vegetativo persistente», por lo que consideran un milagro su supervivencia. 39 años, cuatro hijos y la vida le cambió por completo en unos segundos. Ahora, Salas sigue viviendo en Barcelona y su familia, lo más importante para él, lo cuida con mucho amor.
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